Cabin de guardabarreras:
Las cabinas de señaleros y guardabarreras,
son parte de los elementos más característicos
del paisaje ferroviario, por sus
proporciones compactas, composición
predominante vertical y cubierta
de pronunciada pendiente. En la
ciudad existen tres ejemplos localizados
en distintos puntos del ejido urbano,
dos de ellos en los extremos de
las playas de maniobras norte y
sur, y el restante sobre el ex
ramal a Deán Funes.
Su presencia de sólida volumetría
y muy bien definida, resuelta en
una pareja y apretada mampostería
de ladrillos comunes a junta enrasada,
se asocia con el guardabarrera.
Las necesidades funcionales llevan
a que el local principal se localice
en un nivel superior con el propósito
de garantizar las buenas visuales
de vías bajo su control, donde se
ubican las palancas de accionamiento
de las barreras y demás equipos
que hacen a la seguridad del tránsito
ferroviario.
En el caso del cabin
que se ubica en el paso a nivel
central (que data del año 1915)
es posible verificar la presencia,
a diferencia de los dos restantes,
de un retrete y un hogar alimentado
a carbón.
En el nivel inferior se
ubican, por su parte, algunas dependencias
auxiliares que incluyen los hierros
de transmisión de cambios a la vista,
utilizándose este recinto en ciertos
casos como depósito. Un pronunciado
contraste se produce en los aventanamientos,
en la parte superior, por las necesidades
de facilitamiento de visuales largas
y los de planta baja limitados a
garantizar las mínimas condiciones
de iluminación. Una escalera exterior
de dos tramos permite el acceso
a la planta alta.